Mi primer Certificación la eJPT
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Mi camino a la eJPT comenzó hace un par de años, cuando empecé a meterme de lleno en el mundo de la ciberseguridad. Siempre me gustaron las computadoras y la tecnología, pero la idea de hackear de manera ética me empezó a atraer más y más, sobre todo al ver lo que se podía hacer con un buen conocimiento y las herramientas correctas.
Empecé a hacer mis primeros pasos en CTFs y en el Pentesting de redes. Al principio, la verdad, estaba bastante perdido posta no entendia nada. Me acuerdo que la primera vez que me enfrenté a una máquina en TryHackMe! bendito seas tu! (HAGAN LOS PATH) , casi me rindo. No entendía bien cómo funcionaban las vulnerabilidades, y mucho menos cómo explotarlas. Pero algo dentro mío me decía que no podía tirar la toalla. Y así, entre frustraciones, logré avanzar.
La idea de obtener una certificación me rondaba la cabeza desde el principio, pero quería asegurarme de que realmente podía enfrentarme a algo formal y serio. Ahí fue cuando conocí la eJPT, la "eLearnSecurity Junior Penetration Tester". Pensé, "esto es lo que necesito, una certificación que esté alineada con mis conocimientos y que me exija, pero que aún sea accesible para alguien que recién está arrancando".
Me senté en la PC, tomé un café y empecé a estudiar de lleno. Lo primero que hice fue ponerme al día con los conceptos clave: OSINT, escaneo de puertos, vulnerabilidades comunes en servicios web, inyección SQL, entre otros. Estaba decidido a aprovechar cada minuto de estudio. Lo bueno es que la eJPT es súper práctica. Me dieron acceso a un entorno de laboratorio donde podía meterme en sistemas reales y probar técnicas de hacking ético, lo que me permitió aplicar todo lo que iba aprendiendo de forma directa.
Los días pasaban, y aunque al principio me sentía abrumado por la cantidad de información, con el tiempo todo empezó a encajar. La práctica en Hack The Box, los tutoriales, y las guías de eLearnSecurity me dieron un montón de herramientas y me ayudaron a pulir mis habilidades. A veces me quedaba hasta tarde, revisando vulnerabilidades, analizando logs, y entendiendo cómo mejorar mi explotación de servicios.
Finalmente, llegó el día del examen. La adrenalina no me dejó dormir bien la noche anterior. Cuando me senté frente al PC y empecé el examen, mi cabeza daba vueltas, pero poco a poco me di cuenta de que todo lo que había aprendido estaba allí, listo para usarlo. Terminé el examen con una mezcla de nervios y orgullo. En cuanto vi que aprobaba, fue un subidón de satisfacción. ¡Lo había logrado! Mi primera certificación en Pentesting.
La eJPT no solo me dio una validez para mi currículum, sino que me demostró que, con perseverancia, podía lograr lo que me proponía. Ese fue el primer paso, pero sabía que el camino seguía. De ahí en más, me seguí preparando para lo que venía, con la idea de seguir creciendo y de aprender cada vez más sobre el apasionante mundo de la seguridad informática.
Hoy miro atrás y pienso que cada momento de frustración, cada error, y cada pequeño logro, me trajeron hasta aquí. Y si algo tengo claro, es que siempre lo hice con la convicción de que la ciberseguridad no solo es un trabajo, sino una pasión que sigue evolucionando.